martes, 7 de diciembre de 2010

AKUREYRI (III): la Casa Rectoral de Laufás

En Islandia todo es nuevo, hasta la tierra. Por eso el púlpito de Laufás,
tallado en 1698, tiene la consideración de muy antiguo.

   
Viajando de Akureyri hacia el este, hacia la región de Mývatn, es obligado hacer una parada en la Antigua Casa Rectoral de Laufás, a la orilla del Eyjafjörður. A unos siete kilómetros de Akureyri se encuentra el desvío de la carretera 83 y el indicador del Museo de Laufás, distante apenas cuatro kilómetros.


Los edificios más antiguos de Laufás datan de mediados del siglo XIX y fueron renovados por el Reverendo Bjorn Halldorsson hacia 1870. La visita es más obligada aún si el viajero no conoce otros lugares como Glaumbaer o Skógar. Laufás es un magnífico ejemplo de la arquitectura tradicional en las granjas islandesas, con varias casitas adosadas con techos de terrones. Como ya recordábamos en una entrada anterior, en Islandia no hubo apenas árboles hasta época muy reciente y aún hoy los bosques son nuevos y sumamente protegidos. En el tiempo de los vikingos fue consumida la poca madera existente y, desde entonces para acá, las construcciones se hicieron con muros laterales de piedra de lava cortada e intercalada con terrones arrancados de los prados. Los muros convergen ligeramente y el techo se arma y se remata asimismo con terrones sobre los que crece la hierba, tal como se ve en las fotografías.


En su tiempo habitaron este lugar más de veinte personas ocupadas en las diversas tareas propias de este tipo de granjas situadas a la orilla del mar. El reverendo Þorvardur Þormar, último párroco que vivió en la vieja rectoral, se mudó en 1936 al nuevo edificio vecino, donde ahora reciben atención los visitantes.  
Las componentes de una Sociedad de Mujeres recolectaron por la comarca todo tipo de ropa, objetos y herramientas antiguas para equipar la granja tal como hoy se puede ver.

  
Las vistas desde Laufás hacia la boca del fiordo son bellísimas,
especialmente cuando el sol desciende hasta rozar el Ártico.





A comienzos del siglo XVII, el sacerdote Magnús Ólafsson escribió aquí la Edda de Laufás por encargo de Arngrímur Jónsson. Se trataba de hacer una versión enciclopédica de la Edda Prosaica de Snorri Sturluson, de la que hablamos en otra entrada de este mismo blog. El resultado resultó ser un tanto extraño pero ha servido como inspiración para poetas, anticuarios y coleccionistas de leyendas.


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