Para quienes van o vienen por el sur de la isla utilizando la N1 y se interesan por todo lo relacionado con el vulcanismo y las zonas de fuerte actividad geotérmica, Hveragerði es buen lugar para hacer una parada. La villa dista sólo 45 kilómetros de Reykjavík y, aunque pequeña -sólo dos mil habitantes-, es muy industriosa.
Su territorio forma parte del volcán Hengill, cuya área abarca unos cien kilómetros cuadrados. Aunque la última erupción ocurrió hace 2000 años, la actividad sigue siendo intensa. En cuanto los viajeros se asoman al valle, divisan por todas partes las columnas de vapor de las fumarolas o de las instalaciones industriales que se sirven de la energía geotérmica. Los invernaderos para el cultivo de flores y hortalizas, con calefacción de origen geotérmico y luz artificial, son una de las primeras fuentes de actividad económica. Vecinos del Gran Reykjavík se desplazan hasta aquí de vez en cuando para comprar flores, tomates y otros productos de huerta.
La otra gran industria de la zona es la generación eléctrica. La Hellisheiði Power Station era, en 2010, la segunda de Islandia en su género, con una potencia nominal de 300 MW para producción de electricidad y 100 MW más para suministro de energía calorífica. Unos once kilómetros al norte, también en el dominio del volcán Hengill, está la central de Nesjavellir cuyos chorros de vapor se ven perfectamente desde el Parque Nacional de Þingvellir. Ambas plantas son operadas por la Orkuveita Reykjavíkur (Suministro de Energía de Reykjavík).
Es muy interesante la visita a la moderna Hellisheiði Power Station. El acceso desde la N1 está indicado unos doce kilómetros antes de llegar a Hveragerði desde Reykjavík. No hace falta que el viajero vaya demasiado atento porque las instalaciones están muy cerca de la carretera principal y son inconfundibles. La entrada es libre, el área de recepción de visitantes está muy bien equipada y hay una sala de proyecciones donde los ingenieros ofrecen una interesante e instructiva explicación de los fundamentos teóricos y del funcionamiento del conjunto.
Todo el área montañosa del volcán Hengill está bien señalizada para que los andarines descubran multitud de paisajes llamativos con abundancia de fuentes termales. La oficina de información de Hveragerði proporciona todo tipo de ayuda.
Para quienes no quieran caminar o carezcan de tiempo, en el mismo centro de la ciudad, junto a la iglesia, está el parque de Hverasvaedi o el Sandhólshver, originado tras el violento terremoto que sacudió el sur de la isla en 1896. Y justo al borde de la villa, hacia el norte, en la margen izquierda del río Varmá, hay otro extenso campo de solfataras.
Cociendo huevos en el Sandhólshver, junto a la iglesia de Hveragerði.
Las personas que atienden la tienda-cafetería proporcionan la materia prima.
Burbujas de vapor.
Vadeando el río Varmá para aceder al campo de solfataras vecino a la villa.
Varuð!, una de las primeras expresiones islandesas que aprende el turista
por la cuenta que le trae.
por la cuenta que le trae.
Los escolares de Hveragerði se ocupan de embellecer el parque municipal.
Entrada principal a la Hellisheiði Power Station.
El aula donde los visitantes reciben un curso rápido sobre energía de origen geotérmico.
El profesor comienza su charla con la deriva de la splacas continentales
de Eurasia y América a razón de dos centímetros por año.
Situación de las dos plantas geotérmicas en el área del volcán Hengill.
La población de Hveragerði se encuentra justamente en la esquina
derecha de la maqueta.
Que maravillaaaaa!! Es una isla sorprendente, comome gustaria visitarla y ver todas esas manisfestaciones de la Naturaleza en vivo y en directo. Que viva Islandia y los islandeses!!
ResponderEliminarQue buenas fotos¡¡ Te pongo entre mis favoritos en mi blog. Un saludo.
ResponderEliminarson espectaularesysorprendentes depoder verlas,peronocomo unoquisiera poderverlas decerca,ensilanaturaleza,esrealmentesorprendenteyfabulosa.............
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