Seguidamente copiamos algunos párrafos sueltos extraidos de los textos del Civitates orbis terrarum referidos a Islandia y a los islandeses. Fueron escritos en el siglo XVI y las fotografías datan del verano de 2010.
(Los islandeses) construyen sus casas con huesos de peces por carecer de madera. En contraste, Jónas dice que hay muchas iglesias y casas bastante hermosas y señoriales, hechas de madera, piedra y terrones con hierba. Cambian mercaderías por otras mercaderías. No conocen nada acerca de refinamientos y lujos y no los importan de fuera.
Granja de Laufás en la margen oriental del Eyjafjördur, unos veinte kilómetros al norte de Akureyri. |
El suelo (de Islandia) no es bueno para cultivar grano ni se puede arar y no produce grano. Por eso solo viven del pescado. Lo secan y lo golpean, lo muelen y le dan forma para usarlo como si fuera pan. En otros tiempos bebían agua dulce, pero ahora, con grano que traen de otros países, aprendieron a hacer una especie de cerveza y ya no beben agua.
Acumulaciones de azufre en el área del lago Mývatn. |
Por lo que Georgius Bruno me asegura, los comerciantes de Lübecke, Hamburgo y Bremen van cada año a Islandia llevando harina, pan, cerveza, aguamiel, vino, paño basto inglés y otros productos baratos y lana y lino, hierro, acero, zinc, cobre, plata, monedas de plata y oro, cuchillos, calzado, sombreros, pañuelos para las mujeres y madera para construcción de casas y barcos. Todo eso lo cambian por tejido islandés que llaman Watman, enormes bloques de azufre y grandes cantidades de pescado seco.
Secadero de pescado y curtido de pieles en la feria vikinga de Gásyr, en la margen occidental del Eyjafjörður, a once kilómetros de Akureyri. |
Huella de la erupción del Krafla en 1984. |
Saxo Grammaticus y Olaus Magnus hablan de muchas maravillas y extraños trabajos en la isla y no vendrá mal enumerar alguno de ellos. Especialmente el monte Hekla, que arde continuamente como el Etna en Sicilia, aunque sus llamas no se ven siempre sino solo en ciertas ocasiones, como Arngrimus Jónas escribe y confirma que sucedió en 1104, 1157, 1222, 1300, 1341, 1362, 1389 y 1558, la última vez que el fuego explotó en esta montaña.
De similar naturaleza es otra montaña llamada Helgafell, es decir, la Montaña Santa, acerca de la cual Bruno me escribió en sus cartas privadas que, en 1580, del Monte Helgafell salió fuego y piedras entre grandes explosiones y horribles truenos y que a la distancia de ocho millas parecía como si estuvieran disparando cañones allí mismo. Junto a esta colina hay una gran bahía donde los espíritus de las personas muertas recientemente permiten ser vistos por quienes los conocieron en vida para que parezca que siguen vivos porque no tienen verdadera conciencia de que han muerto. Tampoco quienes los ven se dan cuenta de que están siendo engañados. Hay también espíritus que asumen la apariencia de estar inmersos en los asuntos de gente mortal o cuyo fin se debió a algún suceso violento causado por esa gente. Les llaman "trolls".
Un troll cabezudo observa la corriente aguas abajo de la cascada de Aldeyarfoss. |
Una de las fuentes infernales de Hver, junto a Reykhalið. (Área del lago Mývatn). |
Hay algunas aguas en algunas granjas cuyo gusto recuerda al de la malta. (Geysir). |
Hay también una fuente de agua pestilente y quien la pruebe o beba reacciona de inmediato como si hubiera bebido veneno y muere. Hay también algunas aguas en algunas granjas cuyo gusto recuerda al de la malta.
Pero quien quiera conocer las extrañas maravillas de esta isla debe leer a Albert Crantz, Saxo Grammaticus y Olaus Magnus, a quienes podrá creer o no creer (…)