jueves, 25 de mayo de 2017

HUMILDE FLOR CON UNA TRÉMULA LÁGRIMA QUE REZA Y MUERE ...



Con la bella cascada de Seljalandsfoss como fondo, una Angelica Archangelica,
la flor emblemática de Islandia.



Escuchad este precioso himno.

El primer asentamiento humano en la isla ocurrió en el año 874. El Landnámabók (Libro de los Colonizadores) recoge minuciosamente el establecimiento de diversas familias escandinavas durante los siglos IX y X. En el siglo XII, Ari Þorgilson compiló y dejó escritos para la posteridad todos los datos.
El manuscrito afirma que el vikingo Naddoðr, en busca de las Islas Feroe, perdió el rumbo y llegó accidentalmente a Islandia, pero no permaneció en el país.
Poco después, el sueco Garðarr Svavarsson también arribó por accidente. Circunnavegó el territorio, confirmó que se trataba de una isla, pasó un invierno en Húsavík y se fue.
Tras él llegó Flóki Vilgerðarson, sabedor de que existía la tierra que Svavarsson había bautizado como Garðarshólmi o Islote de Garðar. Tampoco quiso quedarse en la tierra que él renombró como Ísland o País de los Hielos.
Más tarde vino Ingólfur Arnarson con su gente. Desembarcó en el sur y luego navegó hacia el oeste para establecerse definitivamente en el lugar que llamó Reykja Vík (Humeante Bahía).
Corría el año 874 DC y así empezó la historia de Islandia.


Ingólfur Arnarsson se establece en Islandia (Peter Johan Raadsig)

Arribamos nosotros por segunda vez a Islandia el tres de julio de 2010. Unos días después, en la catedral luterana de Reykjavík, la Hallgrímskirkja, asistimos al concierto de una magnífica coral. Nos conmovió escuchar la Lofsöngur (Canción de la Oración). Su letra se debe a Matthías Jochumsson y la música a Sveinbjörn Sveinbjörnsson. La composición data de 1874, año en que se celebró el 1000 aniversario de la colonización. Por aquellos días ocurría la tremenda erupción en Askjá.
Quizá más que ningún otro lugar del mundo, la lejana Islandia, construida de lava, rasgada de suroeste a nordeste y con un rosario de cámaras de magma presionando cerca de la superficie, evidencia la fragilidad, la levedad. En otra entrada de este mismo blog recogíamos unas palabras de Michael Crichton: Si mañana desaparecemos, la tierra no nos echará de menos. El poema musicado de la Lofsöngur, hoy Himno de Islandia, abunda en esta misma idea. Al contrario de tantos estúpidos himnos nacionales que amasan la idea del dios propio y exclusivo, del orgullo de raza y el ardor guerrero, la Lofsöngur reza a un dios cósmico, al desconocido motor del universo y de la vida y describe los mil años de presencia humana en Islandia como una pequeña flor, una efímera flor en la eternidad, en cuyos pétalos tiembla una lágrima mientras reza a ese dios universal y muere.

Ó, guð vors lands! Ó, lands vors guð!
Vér lofum þitt heilaga, heilaga nafn!
Úr sólkerfum himnanna hnýta þér krans
þínir herskarar, tímanna safn.
Fyrir þér er einn dagur sem þúsund ár,
og þúsund ár dagur, ei meir;
eitt eilífðar smáblóm með titrandi tár,
sem tilbiður guð sinn og deyr.
Íslands þúsund ár,
Íslands þúsund ár!
eitt eilífðar smáblóm með titrandi tár,
sem tilbiður guð sinn og deyr.

¡Oh, Dios de nuestra tierra! ¡Oh, de nuestra tierra Señor!
Veneramos tu santo, santo nombre.
Todos los soles de los cielos componen tu corona
y son tus legiones las eras del tiempo
porque para ti un día es igual que mil años
y mil años son solamente un día;
una humilde flor en Tu eternidad, con una trémula lágrima,
que reza a su Dios y muere.
¡Mil años de Islandia!
¡Mil años de Islandia!
Una pequeña flor en la eternidad que llora una lágrima,
reza a su Dios y muere.

La metáfora de la pequeña flor y la trémula lágrima alude a los mil años de la nación islandesa pero también a la propia isla, cuyos fiordos dibujan pétalos, y acaso al gran glaciar Vatnajökull con sus lagos interiores y las fuerzas telúricas que se agitan y pugnan bajo el peso de los hielos. Esas fuerzas que dieron origen a la tierra más joven de mundo y cuya amenaza pende en todo momento sobre los islandeses que en más de una ocasión, durante esos efímeros mil años -Hekla 1004, Katla 1755, Laki 1783, Askjá 1875-, sufrieron hambrunas y mortandad y se vieron forzados a abandonar el país, a veces masivamente.  
La flor más representativa de Islandia es la omnipresente angelica archangelica de la que hablamos en la entrada dedicada a ÓDÁÐAHRAUN. (El forajido Eyvindur logró sobrevivir a un terrible inverno en Odáðahraun ayudado por las raíces de la angelica).
En la foto que acompaña a esta entrada, tomada el 24 de julio de 2010, la angelica florece ante la cascada de Seljalandsfoss.

En el encabezamiento de esta entrada tenéis dos buenas versiones de la Lofsöngur.

viernes, 13 de abril de 2012

Fogonazos de Islandia - Íslensk lítil neistaflug

Ya sé, ya, que el depresor mes de septiembre es aún más cruel cuando el vecino cargante que se empeña en contarte sus vacaciones, además de ser un turista paradigmático, no tiene ninguna gracia para narrar. Y si encima te coloca unos vídeos ...

Hoy abro aquí una sección destinada a recoger videos mínimos -y espero que explícitos- sobre Islandia. Con cada uno incluiré un comentario, también brevísimo, y el enlace a la entrada de este mismo blog que se ocupa del asunto con más detenimiento. 


1.- GEYSIR

El campo de géiseres de Laugarfjall está relativamente cerca de Reykjavík y es un destino obligado para cualquier visitante en Islandia. El géiser Strokkur es el más vistoso de todos por la regularidad y frecuencia de sus erupciones.
Ved este video muy atentamente. Dura 51 segundos y en el 22 ocurre, fugazmente, lo mejor del espectáculo. Aunque .... lo mejor quizá sea el final, la risa entre emocionada e inquieta de una niña.  
Solo hay 150 km desde Reykjavík hasta Geysir y la cascada Gullfoss, pasando previamente por el lugar sagrado de Þingvellir. Todos los circuitos turísticos organizados en Islandia incluyen estas visitas.



Para más detalle, pincha aquí 

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2.- DETTIFOSS

La catarata Dettifoss no es ni la más caudalosa ni la de mayor desnivel, pero sí la más  poderosa de Europa -öflugasta í Evrópu- como resultado de multiplicar los dos factores. Desde una arista de 100 metros de anchura se desploma un caudal medio de 193 metros cúbicos por segundo al cañón Jökulsárgljúfur, en un desnivel de 45 metros. 
Está muy lejos de Reikjavík, al nordeste, en el Parque Nacional del Vatnajökull. La forma más adecuada para explorar por libre aquella región donde tanto hay que ver y disfrutar es volar hasta Akureyri, pasar allí tres o cuatro días y alquilar un coche. La otra posibilidad es, por supuesto, contratar uno de los grandes viajes organizados que incluyen el área volcánica de Mývatn y otras maravillas.
Este video está hecho el 14 de julio de 2010, justamente a medianoche.



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3.- DEILDARTUNGUHVER (y mucho más)

En el Reykholtsdalur (el Valle de Reykholt) descubriréis una de las mayores fuentes hirvientes del mundo. Mana 180 litros ¡por segundo! a 97ºC. En Europa no hay nada igual. Proporciona calefacción a Borgarnes (a 34 km. de distancia) y a Akranes (a 64 Km).
Al Reykholtsdalur se puede llegar por carretera pero mucho más interesante es utilizar la pista F550 por Kaldidalur, conocida entre los ciclistas intrépidos o entre los aventureros por desiertos de lava, viento y trolls como como la ruta para principiantes.
Hay muchísimo más que conocer usando la pista F550: lagos, glaciares (el gran Langjökull entre otros), cañones de lava, las fantásticas cascadas de Hraunfossar y de Los Niños, el lugar histórico de Reykholt (en la edad dorada fue centro intelectual de Islandia), la casa y el pozo de Snorri Sturluson (1179 – 1241) y muuuucho más. 
Alquilad en Reykjavík un todo-terreno normalito (repartiendo el coste entre cuatro viajeros sale barato), estudiad bien el mapa de la F550 (ojo: asegurad que está abierta si vais en junio), llenad el depósito de gasoil y disfrutad de la excursión que requiere un solo día, con ida por la F550 y regreso por Borgarnes y la Hringvegur o Ring Road.

De Reykjavík a Mosfellsbaer por la N1:                                                          59 km
De Mosfellsbaer al mirador de Þingvellir:                                                     35 km
De Þingvellir al cruce de Biskupsbrekka:                                                      23 km 
De Biskupsbrekka a Húsafell por el desierto de Kaldidalur:                 42 km (pista F550)
De Husafell a Reykholt por las cascadas de Hraunfossar:                     36 km
De Reykholt a Varnaland en la N1:                                                                 17 km
De Varmaland a Reyjavík por la N1 (1):                                                       134 km 

Total:                                                                                                                        346 km 

(1) Pasando bajo el Hvalfjörður (el fiordo de las ballenas) por el túnel de peaje.



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4.- SI NO HAS ESTADO EN LA ISLA GRÍMSEY, NO HAS VISTO ISLANDIA

Grímsey es el único territorio islandés en el círculo ártico. En realidad, el paralelo 66º 33' 45'' que delimita el círculo polar atraviesa la isla. Allí no viven más que unas 70 personas -pescadores sobre todo- y millones de aves. Si quieres garantía absoluta de acercarte a los lundis o puffins o frailecillos, ve a Grímsey en verano.
El ferry de Saefari zarpa de Dálvik a las 9:00 y atraca en Grímsey a las 12:00. El regreso es a las 16:00 para estar en Dálvik a las 19:00. (Unos 50 euros ida y vuelta). Las cuatro horas de estancia son tiempo suficiente para recorrer a pie la isla entera por buenos senderos. Pero cuidado con los acantilados. Los frailecillos son medio trogloditas, minan los bordes de las escarpaduras y un mal paso puede costarle carísimo al fotógrafo temerario.
También hay vuelos desde el aeropuerto de Akureyri al aeródromo de Grímsey.
Abrígate muuuuuy bien.

Zarpando de Dálvík.

Paseando por la isla.
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5.- LAS TRES GRANDES CASCADAS DEL FLJOTSDALUR

El Fljotsdalur es uno de los valles más espectaculares y legendarios de Islandia. Lástima que Egilsstaðir (la ciudad más importante del área) está en el nordeste, a 700 km. de Reykjavík. (Air Iceland cobra unos 55 euros).
El valle contiene el Lagarfljót o Lögurinn, un lago con 25 kilómetros de longitud, 2'5 de anchura y unos 112 metros de profundidad, con su monstruo y todo. 
Egilsstaðir es campamento base para conocer innumerables maravillas: los fiordos del este,  el monte Snaeffell con sus rebaños de renos o el origen de los ríos más caudalosos y bárbaros de Islandia que bajan turbios desde el glaciar Vatnajökull por los desiertos de lava a través de profundos cañones y atronadoras cataratas. (Cuatro o cinco días de estancia con Egilsstaðir como base de operaciones ... está muy bien).
Estos tres microvídeos muestran otro tipo de cascadas mucho menos caudalosas pero bellísimas. Dos de ellas están en el mismo torrente y se despeñan hacia el Lagarfljót por la orilla norte. Están cerca de la granja de Brekka. Desde el aparcamiento, la caminata es corta y cómoda. Primero aparece Litlanesfoss y, poco más arriba, la espectacular Hengifoss (120 metros) es la tercera de Islandia en desnivel y, para algunos, la más hermosa.
Para alcanzar la cascada del tercer microvídeo, Strútsfoss (75 metros), hay que llegar hasta la cabecera del lago, meterse desde allí por el valle de Suðurdalur, arribar hasta la última granja y luego ponerse a caminar monte arriba, durante una hora y media, a paso de montañero. (Hasta aquí tuve que subir solo. Conviene elegir compañeros algo más salerosos). 
Realmente, alrededor del Fljotsdalur hay innumerables cascadas pero estas tres son las más llamativas.


Hengifoss

Litlanesfoss 

Strútsfoss


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6.- ÁREA DEL LAGO MÝVATN (I): KRAFLA ES MUCHO KRAFLA

En el área del lago Mývatn hay tanto que ver que ... es aconsejable permanecer unos días en Akureyri, alquilar un coche y aprovechar el tiempo por toda esa región del norte. (Si el explorador es ciclista e intrépido -un poco de determinación basta-, le saldrá todo mucho más barato y provechoso).
La caldera de Krafla tiene unos 12 km de diámetro y está relativamente cercana a la superficie o, al menos, parece que bien comunicada, dada la historia de erupciones.
Además de caminar sobre el campo de lava que dejó la erupción de 1984, hay que conocer el paraje de Námafjall para caminar entre vahos infernales, calderas de barro bullente y fumarolas estruendosas. Y hay acercarse al cráter Víti (el del agua verde, no el tremendo Víti de Askjá) y bordear a pie todo el borde superior.
Ahí va un microvídeo con el cráter Víti y una de las estaciones de purga de vapor del gran campo geotérmico.





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Iré colgando más micro-videoclips poco a poco.

sábado, 14 de mayo de 2011

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A los visitantes del blog:

Ante todo agradezco vuestro interés por echar un vistazo a estos reportajes. Espero que hayáis encontrado en ellos algo de interés.
Por razones familiares que no vienen al caso, me falta tiempo para dedicarlo a este asunto. Desde hace muchos meses no he podido viajar ni actualizar el contenido ni atender a los comentarios que han llegado. Espero volver a Islandia en cuanto tenga ocasión -ya lo sabes, Emma- y reanudar entonces las publicaciones. Mientras tanto, ojalá vosotros, los que no habéis estado allí, encontréis ocasión de conocer aquel país tan sorprendente.