domingo, 21 de marzo de 2010

SPRENGISANDUR, El Reventadero

Emilia, Lucy y Primi en el desierto de los bandidos de Odadahraun. A lo lejos, bajo de la señal de Nýdalur, se vislumbra Herdoubreid, el más legendario monte de Islandia. Foto tomada durante nuestra estancia en 1996.



Á Sprengisandi

Hace catorce años hicimos nuestro primer viaje a Islandia y tuvimos ocasión de atravesar con cierta calma el Sprengisandur por la pista 26. En islandés, Seprengissandur viene a significar "El Reventadero" o "Las Arenas del Reventadero".

Con el equinoccio de otoño empieza a oscurecer rápidamente en la isla y la nieve y el hielo cubren las tierras altas. Los granjeros debe recoger previamente las ovejas, que están dispersas por las inhóspitas extensiones de Odadahraun, Sprengissandur y los demás desiertos y campos de lava, en cotas siempre superiores a los 600 metros. Hoy disponen de aerodromos en diversos lugares, amén de cuidadas pistas y buenos vehículos. Pero hasta época reciente, la tarea se hacía a caballo o a pie y, con frecuencia, los ganaderos ponían en serio riesgo su vida.

"Á Sprengisandi" es el título de una de las canciones más célebres del flolklore islandés y trata sobre este asunto. Los versos nombran al zorro ártico ávido de sangre, alegoría del invierno que llega. Nombran también a los bandidos de Odadahraun, terrible desierto a donde, en pasados siglos, eran desterrados los peores forajidos de la isla. (Alguno de ellos logró sobrevivir durante muchos años y redimirse). Y también la canción recuerda a la reina de los elfos que representa la muerte por congelación.
Esta dirección de Youtube permite escuchar la canción sobre alguna imagen fija del desierto de Sprengisandur tomada seguramente en julio, cuando la nieve ha desaparecido.


"Galopar, galopar, galopar por las arenas negras.
El sol se va poniendo detrás de Arnarfell
y espíritus malignos nos rodean
porque la oscuridad ya se abate sobre el glaciar.
Señor, conduce mi caballo,
que la última parte del camino será dura.
¡Ssssh, silencio! Por la colina pasó corriendo un zorro.
Quiere humedecer con sangre su boca reseca.
Me pareció oir que alguien llamaba
con voz áspera de hombre.
Deben de ser los bandidos de Odadahraun
que a escondidas están rodeando a algunas ovejas.
Cabalgar, cabalgar, cabalgar por las arenas.
La noche va cayendo sobre el monte Herdubreid
y la reina de los elfos está embridando su montura.
Será terrible encontrarse con ella.
Quisiera tener conmigo mi mejor caballo
para poder llegar a las tierras bajas de Kidagil."

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