Excursionistas a bordo de los vehículos anfibios que navegan entre los témpanos.
Una metáfora me parece tanto mejor cuanto más sugerente y atrevida. En el poema musicado de la Lofsöngur, hoy Himno Nacional, Matthías Jochumsson celebró los mil años transcurridos desde la colonización refiriéndose a la nación islandesa como una efímera flor en los campos infinitos de la eternidad. Una pequeña flor con una trémula lágrima.
Vatnajökull, El Glaciar de los Lagos, sería la metáfora de la metáfora, la trémula lágrima. El nombre del colosal glaciar se debe a las ingentes cantidades de agua líquida que retiene bajo el hielo, en un área de máxima actividad volcánica. La mayor masa helada de Europa cubre una superficie mayor de 8.000 kilómetros cuadrados, el 8% nada menos de la superficie total de la isla. (Téngase en cuenta que Islandia es claramente mayor que toda la región española de Castilla y León y que el Vatnajökull tiene el tamaño de la provincia de Ávila). Hay sectores donde el espesor del hielo supera los 1000 metros aunque el promedio es del orden de 600. El volumen total de hielo almacenado se estima en 3300 kilómetros cúbicos. La cabeza del glaciar cubre las tierras altas del sudeste y de ella parte gran número de valles y lenguas hacia todos los puntos cardinales. Cada lengua tiene su nombre.
Bajo la trémula lágrima hay siete volcanes amenazantes de los cuales el Grimsvotn viene siendo de los más activos durante los últimos siglos.
En el año 1875, un grupo formado por un inglés y varios islandeses atravesó el glaciar de sur a norte. Los expedicionarios tuvieron ocasión de observar la tremenda erupción en Askjá, al norte del glaciar, y dieron cuenta de ello a los granjeros que habitaban el área del lago Mývatn, mucho más al norte. Desde entonces hacia acá, Vatnajökull ha sido bien estudiado. La Sociedad Geológica de Islandia tiene varios puestos de observación y control. Acerca de todo ello tratará la próxima entrada del blog.
Hay unos 330 kilómetros desde Reykjavík hasta Skaftafell, seguramente la mejor base de operaciones para conocer la vertiente sur del Vatnajökull y observar, durante los 130 kilómetros que mediante de Skaftafell a Höfn, la numerosa serie de lenguas glaciares que bajan desde las alturas y que se acercan a la carretera N1.
Al pie de la lengua llamada Breidamerkurjökull, una de las más voluminosas, el lago Jökulsarlón es uno de los destinos turísticos más célebres de Islandia mientras que Skaftafell es la más importante base de partida para los exploradores intrépidos.
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¡Que maravilla!
ResponderEliminarMenos mal que nos queda Islandia.
Roberto González-Quevedo