domingo, 12 de septiembre de 2010

AKUREYRI (I): DE PESCA EN EL HÖRGÁ

Ya quedó dicho en la entrada titulada "PESCA (I): vamos a pescar salmones, tralará..." que atrapar salmones en los ríos de Islandia casi está solo al alcance de estrellas de Hollywood, familias reinantes, políticos, banqueros y poco más.
La trucha, como la carbonera o el bacalao, es otra cosa; es más a accesible a plebeyos y  profesionales diversos.
Al margen de los salmones, pescar a caña en mar abierto o en los fiordos no requiere permisos especiales. Hay granjeros que han montado negocios de pesca en pequeños lagos o arroyos que discurren por su propiedad o cuyo cuidado está bajo su jurisdicción. Y en  cuanto a los ríos, basta con acudir a la ciudad más próxima y adquirir un permiso. En un comercio especializado en deportes, por ejemplo, a través de la red informática comprueban la disponibilidad según fechas, horas y tramos, hacen la reserva, tramitan el contrato y el pago correspondiente, suministran el equipo necesario y proporcionan todo tipo de orientaciones.

En las proximidades de Akureyri tuvimos nuestra primera experiencia islandesa de pesca. Fue la más fructífera, aunque las hubo más emocionantes, como la ya relatada en el capítulo dedicado el Eskifjörður y otra, delirante, de la que hablamos en la entrada titulada "PESCA (III): ni fiskur ni honra".
Akureyri es la capital del Eyjafjörður, el mayor fiordo de Islandia. Alrededor del solsticio de verano, el sol se sumerge en la boca del fiordo a la una y sale a flote media hora después. Por eso las preciosas tardes del Eyjafjörður duran doce horas durante las cuales, las luces, las sombras y los colores juegan una diversión prodigiosa.
En una de esas tardes, mientras Castor pescaba a la leonesa, “a mosca ahogada”, yo tomaba estas fotos. 

Castor enseña la colorida librea de una salmo trutta.

... y el huso de plata de la trucha ártica.
 
Enseguida fueron entrando bien "a mosco", a la leonesa, a mosca ahogada, con pluma de color pardo corzuno.


Desembocadura del río Hörgá en el Eyjafjörður.
 
Una bandada de patos sobrevuela la desembocadura del Hörgá. Dos cisnes cantores nadan bajo ellos. Mientras Castor probaba a pescar con streamer, accidentalmente, uno de estos patos enganchó el anzuelo y se llevó con él la cucharilla. Queremos creer que el ave se habrá librado pronto del lastre.

Desembocadura del Hörgá.

El pescador ocupado. Al fondo, la granja de Möðruvellir.

A lo lejos, el valle de Hörgárdalur, de donde baja el río.

Mientras la pesca prosigue en la desembocadura del Hörgá, un barco de crucero que ha zarpado de Akureyri pasa, fiordo abajo, hacia mar abierto.

Cobrando pieza.



2 comentarios:

  1. Vale, ya he conseguido publicar comentarios a esta entrada...

    Bueno, como te decía en tu blog dedicado a León, viajo a Islandia con la intención de satisfacer uno de mis más anhelados sueños: disfrutar de sus paisajes, y pescar truchas en ellos....
    El caso es que me vendría bien saber determinadas cuestiones, a las que no he encontrado respuesta por mucho que he buscado: Si está permitido pescar "a la leonesa", dónde, permisos necesarios, aparejos recomendables, cualquier cosa que que sea necesario tener en cuenta para este menester, vamos.
    Muchas gracias de antemano. Prometo enviarte fotos de las truchas que consiga pescar si quieres añadirlas a tu blog de parte de un amigo al que ayudaste.
    Un saludo.

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